sábado, 6 de junio de 2015

Annabelle



   La historia de Annabelle se remonta a 1970, cuando una mujer compró la muñeca y la entregó como regalo de cumpleaños a su hija Donna, quien estudiaba para ser enfermera y vivía con otra de sus compañeras de clase, Angie.

    La muñeca formó parte de la decoración de su habitación, hasta que comenzaron a notar cosas extrañas: se movía por sí misma.
    En un principio era difícil notar que la muñeca se había movido, pero luego se volvió evidente. Por ejemplo, ambas dejaban la muñeca en una esquina y cuando volvían a la habitación la encontraban sobre la cama con las piernas y los brazos cruzados.
Otras veces dejaban la muñeca en una de las habitaciones y cuando regresaban la encontraban en la cocina o de pie recargada contra la pared en alguna otra parte de la casa.
    Además, Donna y Angie comenzaron a encontrar notas escritas donde alguien pedía ayuda. Aunque ambas intentaban encontrar una explicación racional a lo que ocurría, los sucesos extraños continuaron.
   Un día, ambas notaron que la muñeca se había movido, pero notaron también algo más extraño y aterrador: tenía manchas de sangre en la espalda, en sus manos y en el pecho. Fue en ese momento que decidieron contactar a una médium, para que les ayudara a entender qué ocurría.
La médium les dijo que la muñeca estaba poseída por el espíritu de Annabelle Higgins, una pequeña que había sido encontrada muerta a los siete años en la propiedad antes de que los apartamentos fueran construidos.
   Los Warren afirman que a través de la médium la muñeca pidió a Donna y Angie que la adoptaran y que la quisieran, pero pronto se dieron cuenta que esto fue sólo una treta, al darse cuenta que dentro de la muñeca había un espíritu maligno.
Uno de los amigos de ambas, Lou, les había pedido que se deshicieran de la muñeca. Una noche el joven despertó de una pesadilla y se dio cuenta que no se podía mover. Cuando vio alrededor notó que Annabelle estaba cerca de sus pies. La muñeca entonces comenzó a subir por su cuerpo e intentó ahorcarlo.
   Sin aire, Lou terminó desmayándose. Cuando despertó al día siguiente él sabía que no había sido un sueño, por lo que decidió deshacerse de la muñeca él mismo.
Pero el joven entonces sufrió otra experiencia aún más terrible cuando se encontraba en compañía de Angie, revisando unos mapas previo a un viaje que realizarían. Ambos comenzaron a escuchar ruidos desde la habitación de Donna.
   Cuando Lou entró, no notó nada extraño, salvo a Annabelle es una esquina de la habitación. Cuando se acercó a la muñeca, sintió que alguien estaba detrás de él. Lou volteó pero no vio a nadie. De pronto, sintió que algo lo estaba atacando y en su pecho notó que algo le hacía tres marcas verticales y luego cuatro horizontales, formando la marca de la bestia, además de que comenzó a sangrar.
    Fue en ese momento contactaron a los Warrens, quienes decidieron tomar el caso e iniciar una investigación.
   Ambos les explicaron a los jóvenes que la muñeca no estaba poseída por una niña, sino por un demonio y que a través de la médium este los había engañado.
Con la ayuda de un cura, los Warren realizaron un exorcismo a la casa para liberarla de espíritus. Luego decidieron llevarse a la muñeca con ellos para evitarles más problemas a las jóvenes.
    Los Warren afirmaron que durante el viaje entre el apartamento y su casa, la muñeca hizo que el auto casi se estrellara en varias ocasiones. La única forma de calmar al demonio que tenía poseída a la muñeca fue rociarla con agua bendita.
Cuando los Warren llegaron a su casa, siguieron los fenómenos extraños por varios días: la muñeca levitó en varias ocasiones y comenzó a cambiar de posición dentro de la casa, apareciendo a veces dentro de las habitaciones.

    La muñeca fue causante de al menos dos accidentes, uno de ellos fatal, sufrido por personas que supuestamente se burlaron de ella.
    Un cura llamado Jason Bradford, quien estaba de visita en la casa de los Warren, se dirigió a la muñeca y le dijo: "Tú no puedes causarle daño a nadie, Annabelle". El padre estuvo involucrado en un accidente de auto luego de dejar la casa el cual casi le cuesta la vida, cuando el coche que conducía perdió los frenos antes de llegar a una intersección.
La muñeca entonces fue puesta dentro de la vitrina, donde se encuentra hasta la fecha. Los Warren afirma que un par de jóvenes visitaron el Museo del Ocultismo y se burlaron de la muñeca.
     Luego de abandonar el lugar, a pedido del dueño, el joven que conducía una motocicleta perdió el control y se estrelló contra un árbol. En el lugar él murió instantáneamente, mientras que la mujer que lo acompañaba estuvo hospitalizada por un año.